18.11.06

Ecuador es diversidad. Ícaro nos rescata de Quito. 6.20h. El invierno capitalino obliga a utilizar una chaqueta o un jersey, nada más, pero es invierno y llueve con frecuencia. El avión deja impresionantes vistas de las cumbres nevadas de los volcanes que cercan la ciudad. Manabí recibe con calidez. El paisaje es árido salpicado por ceibos panzones deshojados. Quito y Manta distan apenas 35 minutos aéreos. Al Norte del segundo puerto marítimo del país, Esmeraldas, muy cerca, es calor perpetuo verde intenso. Guayas, colindante con Manabí, es, al Sur, más desértico y de estaciones más marcadas, no mucho, pero algo más. La mitad del mundo permite esta variedad de paisajes, de calores y de gentes. Manabí me recuerda que Ecuador también es mar… y playas. Pero la furgoneta pasa de largo. A la derecha, el astillero artesanal deja varados en la arena los barcos pesqueros de madera limpia, sin pintar aún; y unos metros más allá, el mercadillo de frutas instalado en plena playa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que estés bien. Te tenemos presente en nuestras... (completar a gusto del lector). Un abrazo,

Anónimo dijo...

Enhorabuena. Como decía Tola: Nene, tú vales mucho. Tu cuenta me devuelve el correo. Un abrazo muy fuerte y disfruta del triunfo