15 de enero de 2006, 9.30 horas. El Congreso Nacional, detestado por buena parte de la ciudadanía ecuatoriana, es escenario de una nueva esperanza para el país, la toma de posesión del nuevo Presidente, Rafael Correa. El proyecto liderado por el economista se hace realidad sólo un año después de ponerse en marcha. Todavía nadie ha reflexionado con serenidad como es posible que Correa —que apenas alcanzaba un 7% de intención de voto en abril de 2006— haya alcanzado la Presidencia sin partido —está en proceso de estructuración—, con pocos recursos y con la firme oposición de las estructuras del Estado.
La recepción nocturna en el atrio del Convento de San Francisco permite el encuentro feliz de muchos de los participantes en la aventura de Correa y Alianza País, que comunican nuevos destinos y algunas frustraciones. Ahora sí comienza un tiempo nuevo.
2 comentarios:
Qué bien escribes y qué bien cuentas las cosas. ¿Te lo había dicho ya? He estado con Macu, hemos hablado de ti, precisamente le he dicho que me inquietaba que no dieras señales desde el nueve de enero, llego y me encuentro con este nuevo texto. Un tiempo nuevo. Salud y calma para las nuevas elecciones de la vida y para disfrutarlas. Un abrazo largo
Bueno, pues a lo mejor ha tenido que ver que estuviese Jose a 2850 mts desde que la intención de voto era del 7%, a la victoria.
Duro discurso bolivariano. A esperar.
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