De camino al Congreso de Periodismo Digital de Huesca, comento con Marijose que este último año ha sido como una montaña rusa, en todos los sentidos. Sí, incluso físicamente subimos y bajamos sin demasiado control. Hace una semana, en los 2.850 metros de Quito. Esta mañana, a las 9.00, en los 39 metros de Barakaldo. A las 18.23, en los 488 de Huesca. Previa cena en Madrid —589— con los buenos amigos de la mala Carlos III, el sábado estaré en los 33 de París apenas una hora, antes de que Air France me eleve 10 kilómetros para dejarnos de nuevo en Quito, vía Caracas —900— y Bogotá —2.640—. Es difícil saber en dónde estamos.
1.3.07
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