Velada libertaria

La Ronda, Quito

A la 1.30 horas de la madrugada, todavía son decenas las personas que esperan en García Moreno y Chile la oportunidad de realizar la visita guiada al Palacio de Carondelet. No es una noche cualquiera. Miles de personas inundan el centro histórico de la capital. El 10 de agosto es fiesta nacional, el Primer Grito de Independencia de América del Sur, como la llaman, que conmemora el alzamiento de un grupo de criollos en Quito, acto que se considera en Ecuador el inicio del proceso de independencia para el subcontinente. Las celebraciones se ponen en marcha a las 20.00 horas, con una recreación de los hechos históricos, pero no alcanzamos a ver el espectáculo al que asiste una multitud en la Plaza Grande. Semiaislados del ruido gracias a los gruesos muros de piedra del Palacio, el Presidente dialoga con casi un centenar de jóvenes que reclaman que no se permita la captura del tiburón. Para cuando alcanzamos a salir a la balconada, sólo quedan los restos del acto. Pero aún estamos a tiempo porque el municipio ha programado una extensa 'velada libertaria' con múltiples espectáculos por todo el centro histórico... En realidad, era optimismo. Pasadas las 23.00 horas, salimos de Palacio. Para cuando me quiero dar cuenta, ya es medianoche y alcanzo a salir de mi apartamento cuando ya se agota el estallido de los juegos pirotécnicos. Por la plaza baja una marea humana junto a algunos pasacalles. Por la García Moreno, llego a la Ronda, una calle espectacular que, hasta hoy, nunca había visto con gente. Parece que la calle pide noche para revivir. No le gusta la luz del día. Bajo para subir a Santo Domingo. Miles bailan en la plaza al ritmo de la música de Jayac. Con un tema sobre la muerte, todos cantan. "Se marchó / en un velero / a recorrer / el infinito / No volverá jamás / Lo sé muy bien / Me dijo adiós / No volverá / Donde tú estés / serás feliz / vigilante de mi vida / junto a dios florecerás / Mi pequeño ser / Mi pequeño loor / Mi pequeño amor"