La tradición meteorológica se cumple y la lluvia golpea contra el techo acristalado del edificio anexo a Carondelet, el que acoge las instalaciones de la Vicepresidencia y del Ministerio de Gobierno. El cordonazo de San Francisco nos deja a algunos con los pies mojados, ateridos y con algunos síntomas de gripa. La lluvia que indica que llegó el invierno comienza cuando Manuela me invita a almorzar en el caro e insulso Patio Andaluz. Mientras los rumores políticos recorren los corredores del Palacio de Carondelet, el Presidente prepara su sorpresa sin que nadie lo prevea. Eso sí fue un verdadero cordonazo.
4.10.07
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