'Millonarios'

Asunción

Definitivamente, Asunción no va a resultar la ciudad de calor infernal que presumíamos. No lo es, al menos, para los 'millonarios' en guaraníes que estamos bien protegidos de la canícula en nuestros hoteles, comercios y oficinas refrigeradas. La unica verdad es que apenas sufro los rigores del verano. Evitamos, en la medida de lo posible, los recorridos a pie, que quedan reducidos al atardecer o a la noche, cuando afloja el calor un poco. El resto del tiempo, los taxis o los coches van bien provistos de aire acondicionado, igual que los edificios en los que nos movemos. Sin duda, son los privilegios de quienes llegamos del llamado 'primer mundo' y de las clases medias-altas paraguayas. En las calles, como en otros lugares, también hay quienes padecen y no sólo las inclemencias meteorológicas. El taxista, de camino al exclusivo 'shopping' del Sol, me cuenta cómo Stroessner mantuvo un cuarto de siglo en prisión a un opositor que tuvo la ocurrencia de querer intervenir en política. Un cuarto de siglo porque Stroessner fue 'derrocado', que, si no, seguiría encarcelado, según me cuenta este hombre, que lamenta el aumento de la mendicidad desde hace unos quince años. Con la dictadura no había estas cosas. Ahora, hay niños y niñas —cómo no— que se acercan al coche a pedir. Me cuenta el conductor que también han comenzado a llegar indígenas. Del mismo llegar a Asunción los desheredados, como escapan hacia España, Argentina y Estados Unidos decenas de miles de paraguayas que buscan un futuro que no hay aquí, por mucho que todos sean 'millonarios' a la fuerza —el salario mínimo [es verdad que muy incumplido] es de 1,3 millones de guaraníes mensuales— en un lugar en donde el dinero ha perdido casi todo su valor.