El pobre parecía más asustado que un periodista a punto de entrevistar a Correa. Cayó en la terraza cuando estaba punto de cerrarse la noche. Repta de un lado a otro a otro sin saber qué hacer y mira atemorizado al intruso que le hace fotografías. De vez en cuando extiende las alas e intenta volar, pero es en vano. Sea como sea, tiene espacio.
El apartamento al que nos acabamos de trasladar, en la calle de Residenta, casi esquina con General Santos, es muy amplio. Será nuestro vecino del sexto letra C hasta que quiera o pueda. Otro animalito más para nuestro vecindario, tan poblado en este clima húmedo y caluroso.
1 comentario:
Hermosa "bestia salvaje" compañero. Ya tiene compañía para los desvelos.
Tocha
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