3.2.08

Rosita y Félix Pérez Cardozo

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Te ha dado por los coros y danzas de la sección femenina. Me gusta más el forró, aunque éste es una buena metáfora de algunas situaciones de la vida, en las que tienes que mover el volante sin que se te caiga el cántaro. Otro abrazo más.
Merche

Anónimo dijo...

No, no tengas miedo que no me voy a pasar el folclore. Rosita en la bailarina que actúa en el restaurante del hotel cada noche. Todas repite, junto a su hermano —bailarín— y su padre —al arpa—, las mismas canciones paraguayas y la danza en la que baila con una, dos y tres botellas en la cabeza. La cantante, que también toca la guitarra, dedica a los comensales una canción de su respectivo país. A nosotros nos tocó una de tuna —ummm, 'Clavelitos', creo que era—. Rosita financia con la danza sus estudios de economía en una universidad privada. Su hermano hace lo propio con una ingeniería o algo similar.

Anónimo dijo...

¿Ves? Su carrera y su futuro son las botellas, y su baile, el presente y lo que le da de comer.
Aquí pareces más dividido que en Ecuador: por un lado vas tú, por otro tu trabajo?
Un abrazo fuerte para hoy
Merche

Anónimo dijo...

Pues en Ecuador (en este lado que queda frente a Carondelet) no se pueden ver los danzones que has colocado porque la conexión es pésima.

Leí este fin de semana (mientras íbamos a Los Frailes con la Tocha, por lo cual ya te enteras de que anduve en Manta-Montecristi aprovechando el feriado) el post de Luna (te podrás imaginar los hilarantes comentarios que hicimos).

Pucha, hay tanto que contar y todo lleno de matices que sólo el cara a cara permiten.

América Latina es tan peculiar, tan parecida, tan enojada con ella misma y tan echadora de la culpa a los demás. Aún no hemos logrado reconciliarnos con el otro, con ese extraño otro que finalmente somos nosotros mismos, que está dentro y no fuera de cada uno... ¿Cuándo lograremos juntar, armónicamente, las mitades?

Cariños,
La Andrea