La pobreza siempre se sitúa al Sur. Ocurre en Quito y también sucede en Guayaquil. En este caso, el Sur se llama Las Malvinas, una extensa barriada popular localizada en la ribera de la ría. El calor sofocante y la extrema humedad, junto a unas condiciones inadmisibles, convierten el lugar en una bomba de relojería sanitaria. No en vano, un taxista me recordaba que apenas hace una década, Guayaquil padecía una pertinaz epidemia de dengue y cólera. enseguida tenemos que abandonar el carro, un 4x4, porque la mayor parte de las calles no están urbanizadas. Las aguas sucias salen directamente de las casas, muchas de ellas hechas de caña, y acaban en los espacios comunes, las zonas de paso. También son muchas las viviendas que se encuentran directamente sobre las orillas convertidas en basureros. Estas casas se levantan sobre postes de madera de tres o cuatro metros de altura. Debajo de ellas, los gatos y todos tipo de parásitos intentan aprovechar los restos de todo tipo que se acumulan. Hay tramos de calle completamente inundados por las aguas negras. Encuentro en el diario Hoy lo que es perfectamente posible encontrar a simple vista: la precariedad absoluta en la que viven estas familias cargadas de niños que se cuidan unos a otros mientras sus mamás trabajan. El periódico cuenta que el dueño y señor de la barriada respondía al nombre de Jaime Toral Zalamea, a quien le imputa, como mínimo, una quincena de asesinatos. A perro flaco...
7.6.06
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1 comentario:
hoy, por la mañana, leo a Bryce Echenique y pienso en lo bien que escribe, pienso en lo subleme...
también pienso en el Agustín que dice que pienso mucho y que cuando repara en mi mirada perdida sabe él que estoy lejos pensando en no sé qué...
pero ahora, en cambio, cuando quiero pensar en una frase interesante -como esa tuya que tantos celos me provoca- el nudo en la garganta se me atranca en el crebro.
extrañándote un poco menos que cuando estás cerca,
yo
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