22.2.07

30 años de cine

Ocho y Medio me da la oportunidad de conocer el país a través del cine. Para este mes de febrero han programado la retrospectiva 30 años de cine ecuatoriano. En total, estos días he podido ver ocho largos y algunos cortometrajes. Comenzó por Los mangles se van, un documental en el que un anciano de la costa de la provincia del Guayas anuncia en 1988 lo que dos décadas después es una triste realidad: los mangles están casi desaparecidos como consecuencia de las camaroneras y la destrucción del litoral. A los quiteños que he consultado les encanta Entre Marx y una mujer desnuda, pero a mí —pese a los premios— me parece demasiado pesada esta cinta filosófica sobre las utopías de la década de los sesenta. Con Sensaciones ocurre un poco lo mismo: un musical techno-pop-folclórico con un grupo de jóvenes que quieren formar una banda de música encerrados en una hacienda en la falda de un volcán rodeados de drogas. Es un rato hortera porque ha envejecido mal, pero provoca más de una risa entre el público. Sin duda, una de las piezas más divertidas es Dos para el camino, una película realizada en 1980 y que recuerda mucho al cine de los sesenta en España, con el landismo. En este caso, también dos pillos que intentan hacer de las suyas de las formas más absurdas y acaban enamorados. La canción de la película ha servicio a Ocho y Medio para promocionar el ciclo. Apretad el botón —al final de este comentario— y no dejéis de escucharla —¡es el gran éxito del verano!—, aunque me hubiera gustado que pudiérais ver la escena, con la chica —y sus gafas tamaño XXXL— conduciendo con la ventanilla bajada y cantando esta canción. Fuera de juego cuenta la condena a la delincuencia de un chico quiteño que quiere escapar de la miseria emigrando a España. No es una gran historia, pero permite recrear el momento crítico en el que Ecuador vio cómo se congelaban las cuentas bancarias y decenas de miles de personas se hundían en la pobreza.
Imprescindibles son estas tres películas, que permiten conocer mucho de las ciudades y de la personalidad de los ecuatorianos en la urbe.

  • Qué tan lejos es reciente, de 2006 y es una cinta que no hay que dejar de ver, incluso aunque no haya ningún interés por conocer Ecuador. La foto corresponde a esta película. Rubén Darío me contaba que es una de las pocas oportunidades en que el cine ecuatoriano se sacude el pesimismo y la violencia. Como sea, es recomendable. Aquí está el trailer
  • Crónicas es de Sebastián Cordero, también responsable de la película que más me ha gustado —como explico en el punto siguiente—. Crónicas es un thriller que, además, refleja bien muchos aspectos de la vida de una parte del país. Os puedo asegurar que las viviendas sobre ciénagas insalubres no son un escenario artificial. Éste es el trailer.
  • Ratas, ratones, rateros. No es casualidad que la web de The New York Times tenga una página sobre la película. Desde luego, se merece los premios que tuvo. Y por algo debe ser una de las pocas películas que se pueden comprar por Internet. El trailer de la cinta.

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