26.1.08

La ausencia de Lucía

Leo que la Casa de América en Barcelona acoge estos días la exposición 'Ausencias', de Gustavo Germano. El fotógrafo hace regresar a los lugares de la década de 1970 a los protagonistas de las época para que se reencuentren con sus ausencias en las escenas reconstruidas. En la misma iglesia de la boda, falta el hijo y esposo; en las vacaciones de la playa, no queda nadie; en la cocina familiar, la madre se quedó sola; la hija reza hoy huérfana en su cama; el padre/esposo y el hermano/hijo no están en el salón… Dan ganas de llorar, más aún si se revisa el vídeo de cómo realizó su trabajo Gustavo Germano. Son 30.000 personas que nunca volvieron. La dictadura argentina quiso borrar de un plumazo a toda una generación y consiguió el efecto contrario porque, al 'desaparecerlos', cada día son miles de personas las que recuerdan a quienes no están en ningún lugar.

Las imágenes me permiten recuperar la historia que nos contaba Fernandito. La Abuelas de la Plaza de Mayo localizaron en Asunción a una nieta secuestrada por la dictadura argentina, pero la joven se negó a cuestionar a su familia adoptiva —el ex cantante de tangos y comerciante Omar Alonso y María Luján Di Mattía— y rechazó a su abuela biológica. La web de Plataforma Argentina contra la Impunidad cuenta que los padres biológicos de esta chica de 29 años fueron detenidos en La Plata en 1977. La hija de María Elena Corvalán y Mario Suárez nació en el hospital del penal de Olmos, adonde fue llevada su madre desde el centro clandestino de detención conocido como La Cacha y en 1986 entregaron a la criatura a la familia que se fugó a Paraguay: "había sido entregada oculta en un capote militar". María Elena llamó a su hija Lucía y nunca se volvió a saber nada de ninguna de ellas. Desde luego, las dictaduras han dejado una profunda huella en estos países. Miguel no puede contener su emoción cada vez que se habla de aquella etapa y, como Marcial, no deja de recordar las torturas cuando cruzamos por el edificio que hoy acoge el Museo de las Memorias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que ví un reportaje en EPS sobre el tema, al que encaja bien (aunque suene a película) lo de espeluznante.
Hace poco en una publicación decimonónica pero de este siglo, católica y apostólica, leí: "Gente para todo: Un obispo emérito paraguayo, de 55 años, ha decidido abandonar el estado clerical y presentarse como candidato a las elecciones presidenciales de 2008". El textito estaba bajo el epígrafe 'Noticias 2006'. Un abrazo fuerte. Sin decaer, coleguita.
Merche

Anónimo dijo...

No se si al final se conseguirán los cambios necesarios.Pero por algún sitio hay que empezar y, sí, pueden ser los dirigentes. Desde luego la ilusión ya la tienen.
Saludos