Finalmente, llegué a mi nuevo destino Caracas. En conjunto, han sido, más o menos, unas 17 horas de viaje. Un par de ellas entre Bilbao y Frankfurt. Y, cuando todo estaba listo, todos apretaditos en el avión de Lufthansa, nos ha tocado esperar cerca de tres horas para despegar hacia Caracas porque se le había caído el sistema informático al aeropuerto alemán. Sea como sea, los 8.000 kilómetros de distancia han sido completados y Venezuela nos recibe un poco plomiza, con algunas gotas de lluvia y unos agradables 25 grados centígrados.
Mercedes, la vecina de asiento, me pone al tanto de su visión de cómo va el país. Un pedazo de queso Camenberg en el almuerzo le sirve de excusa para contar lo mal que está la cosa en Venezuela. El queso, imposible, como otros muchos alimentos, porque los precios se han disparado. Aparenta más de 70 años de edad y cuenta que tiene seis hijos —"tres varones y tres hembras"— y que se divorció hace diez años después de más de tres décadas de matrimonio.
De origen libanés y con residencia en Valencia —Venezuela—, viaja con su hermana y vienen de Oslo, en donde han estado 25 días de vacaciones. "Es chavista", dice en voz baja respecto a su hermana. Así que procura hablar discretamente para plantear las supuestas miserias de Hugo Chávez y su Gobierno. Es evidente que no pertenece a las clases desfavorecidas y que, por lo tanto, no tendrá mucho que agradecer a la actual etapa política. Iremos descubriendo la verdad de este país en los próximos días… y semanas
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3 comentarios:
qué cara que se pone la vida a bordo de un avión tras 25 plácidos días en Oslo. Me recuerda a un compañero de piso que tuve hace años en Getafe, venezolano, indignado con Chávez porque al parecer su familia ya no estaba tan privilegiada con la nueva situación. Es para quejarse, no?
un abrazo y mucha suerte con los bolivarianos.
Bueno, no he contestado a tu sms y ahora lo hago por aquí. Suerte en esta nueva etapa. Ya sabes que aquí siempre te reservamos un hueco. Valencia estuvo muy bien, las letras me provocan más que emoción.
Que disfrutes mucho. Tschichold
Gracias, David. Te espero por aquí. Tschichold, lo tuyo con las letras tiene algo extraño. La verdad es que en este viaje me he acordado de ti porque en el aeropuerto de Frankfurt tomé (véase que ya no puedo decir "coger") la edición europea del Wall Street Journal y me sorprendió positivamente su diseño, especialmente la primera página. Ya ves, algo queda de aquellos años en la Carlos III
Abrazos ;)
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