26.6.08

El 'rumor' de la ciudad

Soroche

El reloj interior me levanta a las 6:30 horas, aunque, el de esta noche, no ha sido precisamente uno de los sueños más profundos. Seguro que hay otros factores, pero a esta situación ayuda de manera notable un detalle en el apartamento que quiebra la paz necesaria: la ventada del dormitorio —con el fin de mitigar el bochorno habitual— tiene láminas de cristales y no un vidrio único, lo que hace imposible el aislamiento acústico. La avenida principal de El Bosque, en el barrio de Chacaíto, no se caracteriza por la falta de tráfico y los coches no paran a ninguna hora del día… ni de la noche. Tendré que invertar en los próximos días algún invento para frenar este 'rumor' de ciudad, aunque parece que no será fácil.
De momento, la llegada ha comenzado con el timo habitual del taxista y una tranquila cena con el equipo en Sabana Grande, en un popular restaurante abierto las 24 horas. Menú: arepa de carne mechada y limonada.
Por cierto, no lo dije antes. Cuando estuve en Caracas hace cuatro o cinco años me llevé una impresión muy negativa por el desorden y la suciedad. Seguro que no ha mejorado mucho —aunque el taxista me dice que le están limpiando la cara por las elecciones locales de noviembre—, pero ahora no me parece tan mala. Será la edad…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que vistas desde tu ventana¡¡¡

Lo del desorden y la suciedad a la que dices haberte acostumbrado, quizá tenga que ver con tus días en Almería, ciudad a la que, a pesar de todo, amamos en secreto (pssss, que no se entere nadie).

Anónimo dijo...

Lo reitero ya que no he obtenido respuesta a mi sms: Mucha suerte en esta nueva etapa. Pese a ese tráfico del que hablas, parece que tu nueva residencia no tiene mala pinta, al menos, no tiene mala vista. Ánimo y calma, chaval, que tú puedes. Ah! y pórtate bien que nos conocemos....
La Marinera

Anónimo dijo...

Algo tiene Almería… pero no sé qué es. La próxima vez, tenemos que encontrarnos allí. Sin falta.

Marinera… Siempre quejándote. Un día de estos os enseñaré el apartamento. No es gran cosa, sobre todo si se compara con lo anterior, ya sea en Asunción, en el Quito moderno o en el Quito antiguo. Cómo me sigue gustando éste último.