La primera jornada en Brasil termina en Parangolé, un restaurante de Porto Alegre a donde nos acerca Andrea. Hace frío. Sólo hace frío, aunque la música en directo es cálida y la conversación, agradable. Hay tiempo para hablar relajadamente de lo divino y lo humano en torno a la mesa redonda. Marijose no se quita el abrigo ni un momento. Por el contrario, ya parecen acostumbrados, tras 10 días en Canoas, el compañero Guillermo y el prometedor y valiente Jairo.
Ahora observa en primera persona, siempre con su cámara de vídeo en mano, lo que sucede en la populosa barriada de Guajuviras. Allí, en un territorio hostil, donde el futuro es algo incierto, Andrea, con apoyo del municipio y el Ministerio de Justicia, ha puesto en marcha la Agência da Boa Notícia Guajuviras, una iniciativa de periodismo ciudadano con adolescentes y jóvenes que aprenden a contar, con técnicas periodísticas, lo bueno que hay en el lugar donde viven, más allá de la violencia y desgracias que relatan los grandes medios. Jairo observa, se sorprende y admira cada lugar, cada persona y cada gesto. En portuñol, recoge testimonios para el que será su segundo documental, tras el realizado en África. Se interesa por la fotografía, por la edición de vídeo, por los proyectos, por el periodismo, por el mundo, por la vida… Le cabe todo, como a pocos de los jóvenes de nuestro mundo rico. No podía ser de otro modo. Él está en este Brasil fuerte, convulso y confuso. Sus compañeros, 'descomprometidos' con casi todo —incluso con sus propias vidas—, disfrutan del calor y las fiestas estivales de Euskadi.
1 comentario:
Que bonito, luego diras que estas todo el dia trabajando y por lo que parace estas de turismo, sobre todo de tipo gastronomico.
En fin todo el dia de farra.
Publicar un comentario