12.8.06

Cuatro meses y un día


Suena a condena, pero no lo es... de momento. El 11 de abril aterricé a media tarde en el aeropuerto de Quito. Llegué por ocho semanas y justo ahora cumplo cuatro meses. Uno nunca sabe lo que le depara la vida. El 5 de abril me encontraba en Almería cuando sonó el teléfono y José Manuel me hizo la propuesta. Le pedí 24 horas y apenas me concedió seis. Es cierto que la decisión estaba adoptada en los primeros cinco minutos, pero necesitaba tiempo no sé muy bien para qué. Recuerdo bien que la víspera hablaba con el querido amigo David sobre estos imprevistos de la vida sin saber que 24 horas después se registraría, precisamente, esa circunstancia. Mi paso por Almería suponía el cierre de mi etapa en el periódico. Malditos sean. Muchos ánimos, Mar y David. A todo cerdo le llega su San Martín. A diferencia de lo sucedido en Almería, Ecuador supone la construcción de algo nuevo que confío en que no termine como aquel proyecto de periódico frustrado. Ecuador significa también —como no puede ser de otro modo— el encuentro con otras formas de pensar y el hallazgo de nuevas gentes, auténticos descubrimientos que enriquecen esta vida que es, tantas veces, tan difícil, cómo relata con esperanza Lenín.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde el Enterprise hemos captado actividad geológica inusual en las inmediaciones del Tunguraua.

Es muy probable que en las próximas horas entre en en erupción.

Jose, espero que estés lejos cuando esto ocurra, si es así es seguro que tendrás que acudir con tu candidato a hacer campaña en la zona (Una vez que no haya peligro, claro, que ya sabemos como son los políticos), si es así tendrás la oportunidad de ver como queda la zona tras una erupción.

Larga y próspera vida.

donmazinger dijo...

Eso deseo, mi querido amigo Jose, que a todo cerdo le llegue su san martín... pero no será que a los cerdos gordos el destino siempre les depara una sonrisa?
En fin, me alegro que el frustrado proyecto almeriense te llevara a descubrir las inmensas posibilidades de Ecuador.